Fisioterapia para el hombro congelado

fuerte dolor de hombro

El hombro congelado (también llamado capsulitis adhesiva) es un trastorno común que causa dolor, rigidez y pérdida del rango normal de movimiento en el hombro. La discapacidad resultante puede ser grave y la afección tiende a empeorar con el tiempo si no se trata. Afecta principalmente a personas de 40 a 60 años de edad, es decir, más a menudo a las mujeres que a los hombres.

No entendemos completamente las causas, pero es probable que se trate de un proceso inflamatorio. Algunas veces se presenta congelación debido a que el hombro ha estado inmovilizado durante mucho tiempo por lesión, cirugía o enfermedad. En muchos casos, la causa no está clara. Afortunadamente, el hombro por lo general puede descongelarse, aunque la recuperación completa toma tiempo y mucha autoayuda.

El hombro tiene un rango de movimiento más amplio y variado que cualquier otra parte del cuerpo. Gira principalmente sobre una articulación esférica llamada articulación glenohumeral, que une la parte superior del húmero (hueso de la parte superior del brazo) con una parte de la escápula (omóplato) llamada cavidad glenoidea.

 

¿Cómo se congela el hombro?

El proceso generalmente comienza con una lesión (como una fractura) o inflamación de los tejidos blandos, como bursitis o tendinitis del manguito rotador. La inflamación causa dolor que empeora con el movimiento y limita el rango de movimiento del hombro.

Cuando el hombro se inmoviliza de esta manera, el tejido conectivo que rodea la articulación glenohumeral, la cápsula de la articulación, se engrosa y se contrae, perdiendo su capacidad normal para estirarse. Tratar de evitar el dolor causado por el movimiento del hombro lleva a una mayor contracción de la cápsula. El húmero tiene menos espacio para moverse y la articulación puede perder su líquido sinovial lubricante. En casos avanzados, se forman bandas de tejido cicatricial (adherencias) entre la cápsula articular y la cabeza del húmero.

Un hombro congelado puede tardar de dos a nueve meses en desarrollarse. Aunque el dolor puede mejorar lentamente, la rigidez continúa y el rango de movimiento sigue siendo limitado.

 

¿A quién le puede llegar a pasar?

El riesgo aumenta cuando usted no recibe terapia de ejercicio después de una lesión o tendinitis, y cuando usa un cabestrillo por más de unos cuantos días sin estiramiento intermitente. Aproximadamente el 10% de las personas con trastornos del manguito rotador desarrollan hombro congelado. La inmovilidad forzada que resulta de una apoplejía, una condición cardiaca o una cirugía también puede resultar en un hombro congelado. Otras afecciones que aumentan el riesgo son los trastornos de la tiroides, la enfermedad de Parkinson y la diabetes (el hombro congelado afecta del 10% al 20% de las personas con diabetes).

molestias en el hombro

Qué hacer

Si cree que tiene un hombro congelado o está desarrollando uno, consulte a su médico o a un experto en hombros para un examen físico. Para evaluar la amplitud de movimiento de su hombro, el médico le pedirá que realice varios movimientos con el brazo, como alcanzar el pecho para tocar el hombro opuesto o bajar la espalda para tocar el omóplato opuesto. El médico puede tomarle radiografías para asegurarse de que no hay otro problema subyacente, como cambios artríticos o una dislocación. Se puede ordenar una resonancia magnética para verificar si hay un desgarro del manguito rotador.

El tratamiento se centra en aliviar el dolor y restaurar el rango normal de movimiento del hombro. Su médico puede recomendar un medicamento antiinflamatorio como aspirina, ibuprofeno o naproxeno. Una bolsa de hielo o una bolsa de vegetales congelados aplicada en el hombro durante 10 a 15 minutos varias veces al día también puede ayudar con el dolor. Usted puede recibir una inyección de corticosteroides en la articulación del hombro o en los tejidos blandos. Pero la piedra angular del tratamiento es la fisioterapia, concentrándose primero en los ejercicios de estiramiento de la cápsula articular y después en los ejercicios de fortalecimiento. Un fisioterapeuta puede mostrarle hasta dónde puede llegar y enseñarle los ejercicios adecuados. Una vez que haya aprendido sus limitaciones, puede practicar la mayoría de sus ejercicios por su cuenta en casa.

A medida que trabaja para estirar la cápsula del hombro, debe evitar cualquier actividad que requiera alcanzar, levantar o cualquier otra cosa que agrave su dolor. Si usted sigue diligentemente su régimen de ejercicios para el hombro, es probable que pueda reanudar su nivel habitual de actividad (más del 90% de las personas mejoran con estas medidas no quirúrgicas). Pero la recuperación completa toma tiempo, de varios meses a dos o tres años. Si no mejora constantemente vuelva a consultar a su médico o a un experto en hombros. En raras ocasiones, los casos recalcitrantes requieren cirugía.

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