¿Qué es la bursitis? Causas y tratamiento

¿Qué es la bursitis? Causas y tratamiento

El cuerpo humano cuenta con numerosas articulaciones que permiten la movilización y ejecución de actividades en el día a día de las personas. En cada uno de estos puntos existen bolsas llenas de líquido conocidas como bursas, y la inflamación de las mismas es lo que se denomina como bursitis.

La principal función de estas bolsas es disminuir el impacto de fricción entre los tejidos blandos del cuerpo durante movimientos repetitivos. Se encuentran distribuidas por todo el organismo, llegando a ser cerca de 150. Las más afectadas suelen ser las articulaciones presentes en las rodillas, hombros y caderas; aunque también es posible la bursitis en codos, muñecas y en los dedos de los pies.

La bursitis es una afección inflamatoria común para las personas que emplean de forma sistemática sus articulaciones, ya sea por actividades deportivas o profesionales. Si crees que estas padeciendo de esta afección y necesitas de fisioterapia en las rozas, Javier Guerra cuenta con los recursos necesarios para atenderte.

Tipos de bursitis

Las incomodidades producidas por la bursitis pueden ser de dos tipos:

  • Aguda

Debido a una infección, la bursitis se puede manifestar un color rojizo sobre la zona afectada. Al tacto, la temperatura de la piel se siente superior en comparación a otras partes del cuerpo. En esta etapa es notable un incremento del dolor físico.

  • Crónica

En caso de haber padecido una lesión previa sobre cualquiera de las articulaciones del cuerpo, o de haber manifestado bursitis aguda, entra en acción la bursitis crónica. Los síntomas son hinchazón en la articulación y disminución de la capacidad para movilizar la zona. Es importante tener en cuenta que este tipo de bursitis puede durar días, hasta varias semanas y es una afección reincidente.

Tipo de bursitis más comunes

Son diversas las causas por la cual una persona puede padecer de bursitis, las más comunes son:

  • Condiciones mecánicas: Ocurre cuando la persona emplea movimientos repetitivos sobre una misma articulación o ejerce continua presión sobre ella. Este es el caso, por ejemplo, de deportistas o profesionales en carpintería, jardinería, peluquería o música, donde se suele hacer presión en ciertas areas de manera prolongada y no se toman previsiones.
  • Sistemáticas: Cuando la persona ha sufrido una lesión anteriormente y ejerce movimientos erróneos sobre la articulación, por ejemplo, el esguince de un tobillo y que por evitarse el dolor, el paciente comience a presionar en el lado equivocado sobre el pie, y aplique presión en una articulación. Igualmente, puede ser causado por enfermedades como artritis reumatoide o trastornos de la tiroides.

Diferentes zonas afectadas y sus causas

  • Cadera: Las causas pueden ser atribuidas a problemas reumáticos, por lo que se recomienda el uso de calzado cómodo, preferiblemente blando y bien ajustado al pie.
  • Talón del pie: Entre la unión del tendón posterior y delantero del tobillo existe una bursa, usualmente afectada al momento de encajar un calzado equivocado o muy rígido en la parte posterior del mismo, lo que ejerce continúa presión sobre el talón del pie.
  • Codo: El dolor se presenta en la punta del codo, ya sea por causas mecánicas, como por ejemplo, jugar tenis, o como efecto secundario de un traumatismo.
  • Rodilla: Las bursas afectadas en esta zona pueden ser causadas por actividades que requieren tiempo arrodillado o movimiento constante de la articulación.

Síntomas

Los síntomas de esta afección pueden variar dependiendo de la zona afectada, pero por lo general se caracteriza por dolor y dificultad para movilizarse en las actividades básicas del día a día. Además se presenta:

  • Hinchazón
  • Piel rojiza sobre la zona afectada
  • En algunos casos, fiebre
  • Sensación de calor
  • Rigidez en los miembros

¿Cómo diagnosticarlo?

El diagnóstico lo lleva a cabo un médico a través de un examen físico y exploración de las articulaciones. Al detectar los síntomas y dependiendo del tipo de dolor del paciente, es fácil identificar la bursitis. Por ejemplo, en zonas como el codo o la rótula de la rodilla, la inflamación es fácilmente visible y puede concretarse el diagnóstico con exploración directa.

Tratamiento

Al ser una afección frecuente, su tratamiento no implica mayores recursos. En muchas ocasiones y dependiendo de la gravedad, basta con que el paciente tome reposo y realice ejercicios de estiramiento y fortalecimiento en las articulaciones. Por lo general, se recurre a:

  • Reposo
  • Aplicación de hielo sobre la zona afectada
  • Inyecciones prescritas por un médico especialista alrededor de la bursa
  • Ejercicios con ayuda de un fisioterapeuta
  • Antibióticos recetados

La fisioterapia es de utilidad en casos en que el paciente se encuentra con debilidad muscular debido a la incapacidad de mover la articulación. Con ejercicios se permite restablecer el movimiento articular en la persona. Si la bursitis se extiende hasta 12 meses, es necesaria la cirugía en la zona para aliviar la presión.

En el caso de las inyecciones, son una solución aplicada en consultorios médicos como un procedimiento de extracción de líquido existente de una articulación. A partir de una jeringa, se puede tanto aspirar el líquido en la bolsa, así como inyectar medicamentos sobre ella. Las zonas más comunes para aplicar inyecciones contra la bursitis son el tobillo, la muñeca, el hombro, la rodilla, articulaciones en dedos del pie y el codo.

En estas inyecciones se utilizan corticoesteroides, como antiinflamatorios formulados específicamente para retrasar la acumulación de células en la zona articular. En pacientes con bursitis crónica, el tratamiento es similar ya que el reposo no aporta mayor beneficio.

Medidas preventivas

Antes de alcanzar los dolorosos síntomas de la bursitis, estas son algunas recomendaciones para prevenir la afección:

  • Protección con almohadillas en las zonas donde se mantendrá presión, como la muñeca de personas que pasan prolongado tiempo con el ratón de la computadora.
  • Utilizar plantillas o protectores en los calzados, sobre todo si se pretende recorrer largas distancias o trotar.
  • Utilizar coderas o muñequeras cuando se realizarán actividades repetitivas. Lo ideal es consultar en farmacias por equipos ergonómicos para ciertos deportes.
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